Son son son

En un mundo en el que todos los días sale el sol, las personas se asolean y, rehabilitadas pisan fuerte la gravilla. Emprendiendo ese viaje sin retorno, ese viaje particular y único, allá donde el horizonte se difumina para iluminar sus caras blanca, pálidas, casi moribundas. Mujeres, el gran poder humano, DOMINATRIX. Creación maravillosa y vulnerable, tanto como un cigarrillo, solo, acompañándote en el bolso, como ese puño que nunca pudiste alcanzar. Se aparece frente a ti, te asustas, sin embargo, ¿qué es el miedo? ¿Algo volátil que se esfuma cerca de la luna? El matrimonio, ser madre, ¿porqué? ¿Simplemente porque esos soplidos comunes nos empujan hacía el acantilado? Nos lo insertan desde los comienzos, sin margen para la razón. ¡Oh!… bello don, ¡consérvalo, venéralo! Todo tú potencial comprimido en esa parte diminuta de tu cabeza. Dialéctica, retórica, mayéutica… ¿Dónde queda esa libertad de pensamiento? La educación no nos lo permite, no ejercita partes somnolientas del cerebro, ¿piensas? Aléjate de la muerte que solita llegará, ¡espabila!, ¡que la vida es para vivirla!